1.
On +00002012-04-26T07:10:09+00:0030000000bThu,
26 Apr 2012 07:10:09 +0000UTC 23, 2008 at 11:59 am04 Pedro said:
Hace tiempo que vengo
siguiendo este interesante blog y me quedo sorprendido por la fuerza de los
testimonios en Cristo Jesús que en él se dan. Es una defensa valiente y plena
de la Palabra
de Dios y un compromiso de fidelidad a los auténticos valores cristianos. El
testimonio de Cristo realmente exige romper con los respetos humanos, es decir,
su fuerza vivificadora, la plenitud de su mensaje redentor y salvífico ha de
estar muy por encima de los deseos y expectativas mundanas que tanto nos
limitan y tan tentadoras son. Es muy cierto que el poder de Satanás, unido a la
intriga constante que ejerce sobre el ser humano, trata de apartarnos del
mensaje evangélico y la verdad revelada que éste encierra. Sabe que en Cristo
está la única esperanza de salvación, y que sólo la fe firme y el cumplimiento
de su palabra es el único escudo protector capaz de contenerlo en sus insidias
y asechanzas.
Felicidades, hermana,
por el magnífico trabajo evangelizador que estás realizando, a pesar de las
rabietas de los sin Dios que se acercan a pontificar sobre las ciencias
engañosas de este mundo. Adelante en tu firme y sereno caminar y que Dios te
bendiga.
2.
On +00002012-04-26T09:50:44+00:0030000000bThu,
26 Apr 2012 09:50:44 +0000UTC 23, 2008 at 11:59 am04 logos77 said:
Hola hermano Pedro
¡Qué maravilloso
comentario! Gracias por tus palabras de apoyo, significan mucho para mi. Tu
comentario me ha llenado de paz y de ánimo.
Tienes mucha sabiduría
y discernimiento, ¿eres pastor?
Muchas gracias por
tomarte el tiempo para dejarme este comentario.
Bendiciones para ti y
tu familia, espero que vuelvas por aquí.
Como tú misma a veces
aconsejas, te invito a que hagas una reflexión, Logos77.
Parto de la afirmación ya
sabida que en Internet, gracias al casi absoluto anonimato del que todos y
todas disfrutamos, no todo lo que se cuece en la red es lo que parece.
Internet ofrece unas
oportunidades que nunca habían existido antes: Es un caudal inagotable de
información y, lo que es aun mejor, la oportunidad de intercambiarla con todo
el valor de enriquecimiento colectivo que ello conlleva. Tiene, qué duda cabe,
un sinfín de posibilidades y ventajas, pero como en todo servicio público donde
el anonimato entre sus usuarios está más que garantizado también puede convertirse
en un instrumento de engaño y disimulo.
Y aquí es, Logos77, donde
quiero mostrarte la reflexión de la que te hablaba más arriba si eres capaz de
asumir con un criterio exento de prejuicios lo que a continuación expongo.
Mantienes un blog un tanto
peculiar que, como todos los blogs, puede ser visitado por cualquiera. Es un
blog polémico, tanto por el temario como por la defensa a ultranza que haces de
las ideas religiosas extremas allí vertidas. Lo lee quien quiere e interviene
quien quiere, si lo desea. Unos dando un nombre o “nick” que no dice nada
porque a nadie concreto identifica, aunque en ocasiones puedan derivarse hacia
el blog personal del participante, si lo tiene, y a través de él saber algo más
del ideario de su usuarios por los escritos allí vertidos y, otras
intervenciones, simplemente, se hacen con el apelativo de “Anonimo/a”. En
definitiva: al menos de que conozcas personalmente al/la comentarista, o tengas
garantías fehacientes de que el participante es quien dice ser, necesariamente,
sus argumentos, ideas, reflexiones y opiniones no tienen por qué ser
coincidentes con sus reales pensamientos e intenciones.
La gente que participa en
tu blog (como en casi todos) pueden, o no, estar de acuerdo con la línea
ideológica del mismo y puede que, en buena parte, las eventuales intervenciones
sean expresiones sinceras de quienes las emiten. Pero también puede que no. Y
que a pesar de que esas intervenciones te hacen leer lo que realmente deseas no
se ajuste a las auténticas intenciones ideológicas de su remitente.
Entro en harina, para que
acabes de comprender que es lo que te quiero decir con ello. Como puedes ver,
publico dos comentarios de tu última entrada titulada: El Caso del Creador.
El primer comentario es de
un tal Pedro que, muy ponderadamente y con un buen estilo evangélicamente
discursivo, emite una opinión con la intención de provocar una elemental y
lógica reacción en tu condicionada y religiosa mente. Efectivamente, tal
reacción por tu parte no falla y expresas tu alegría, alabas lo acertado del
comentario e, incluso, aseguras, que te ha producido bienestar y ánimo. Hasta ahí
todo perfecto y natural pues una idea expresada de una manera concreta provocan
en el receptor unas emociones u otras. Unas de aceptación y alegría, y otras de
rechazo y animadversión.
¿Pero qué ocurre? Pues
ocurre que “Pedro” no existe. Ni “Pedro” ni su pretendido y encendido verbo
cristiano-evangélico. Y sencillamente Pedro no existe porque el tal “Pedro” soy
yo.
¿Ya te has repuesto
emocionalmente? Bien, pues ahora te voy a explicar por qué lo he hecho. En tu
blog no sólo entramos los descreídos, ateos, agnósticos y demás librepensadores
no adscritos a confesión religiosa alguna, sino también algunos “nicks” y
“Anónimas” que, supuestamente son ofendidísimos cristianos que se escandalizan
cuando aparecemos por tu blog.
Fíjate que he dicho “cuando
aparecemos”, no “siempre”, por tu blog. En cuanto ven alguna intervención
nuestra, “unos”, y “otras” se apresuran a corregirnos con presuntas pías
palabras y a hacerte un poco (o un mucho) la pelota religiosa.
Escribes muchos artículos,
publicas vídeos y otros documentos, pero, prácticamente, nunca suelen aparecer,
a menos que yo, o alguno de los que piensan parecido a mí, metamos la nariz y
demos nuestra opinión, siempre lógicamente contraria a la tuya. Entonces no
falta algún “hermano o hermana en el señor” que te “calque” las ideas y las
haga también suya censurándonos. Supuestamente, claro.
Hace ya cinco días que hice
la intervención como “Pedro”. Para ti ha sido un comentario maravilloso, y te
ha gustado hasta el punto de considerar que te ha parecido proveniente de un
pastor evangélico. Es lógico, la previsibilidad de lo que redacté es lo que
quieres leer y sentir. ¿Pero, qué sucede con tu grupo de palmeros?, ¿por qué no
apoyan con loas tu satisfacción, viniendo además de un “hermano en el señor”
que parece hasta “pastor” por su manera de expresarse? ¿Por qué no aprovechan
ese “apoyo” para hacer más extensivas sus opiniones religiosas en ese sentido?
¿Será porque en realidad no son tan “creyentes” como lo eres tú, y han tomado
tu blog (como hay tantos) como un lugar de diversión en la que le siguen la
corriente, en este caso a la “locatis” de turno?
Pero, ¿cuándo hay diversión
en el blog?, se puede preguntar: pues cuando interviene un descreído ateazo, no
cuando comenta un aburrido cristiano por muy coherente desde ese punto de vista
que haya sido con su disertación religiosa.
¿Tendría que ser al
contrario, no? Habría que aprovechar, como tú lo has hecho, el gozo de una
defensa cristiana bien hilvanada, y que, además, como propones, podría ser un
buen aliado de apoyo y réplica contra toda “esa chusma atea”.
Pues, no, Logos77, mutismo
total. No aparece nadie de tu cuerda para apoyar tu alegría. Y no suele ser lo
normal entre las gentes de un mismo pensar y sentir. La conclusión es: ¿tan
segura estás que todos los que intervienen en tu blog para replicarnos, “anónima”
incluida, no son más que supuestos cristianos que lo único que buscan es
diversión a costa de tus desvaríos religiosos? Puede que haya algo de ello,
considéralo. No sería la primera vez ni el único blog donde pasa.
Para acabar. Imagínate que
en vez de escribir esta carta abierta, donde me declaro culpable de ser el
autor del cristianísimo comentario (cosa que no se va a repetir más, te lo
aseguro, pues no necesito recurrir a esos subterfugios), hubiese seguido el
juego y, “Pedro el pastor”, fuese interviniendo encendidamente y con toda clase
de argumentos bíblicos en defensa de tus entradas. Te hubieses encontrado
arropada, pero engañosamente ¿verdad?. Y sin enterarte. Pues aplícate el cuento
con todos esos que solo acuden cuando hay “diversión”. Es decir, cuando
intervienen los críticos, pero no apoyan ni usa sola vez la “multitud” de entradas
que sueles producir.
2 comentarios:
Jeje....Picó Logos y piqué yo.
Recuerdo que le escribí un texto en el que la felicitaba apoyándome en el conocido refrán de que : ªLa suerte de un loco, es dar con otro".
Aunque quizás tú tampoco hayas escapado del engaño...
Hay otra explicación a que los palmeros sólo aparezcan cuando hay algo que rebatir, en lugar de cuando se muestra consenso con los disparates de Logos, y esa explicación es que Logos, igual que has hecho tú, sufriendo los "santos" efectos de las bilocaciones teresinas, se clone a si misma en multiples palmeros descerebrados, que cual cruzados salgan en defensa de los inexistentes peregrinos a la tierra santa de su blog.
Supongo que lo conoces, pero por si acaso, te comento que uno de los habituales de Logos, un tal "Despierta", mantiene un blog de corte apocalíptico-segunda venida que también resulta "curioso", con la ventaja de que no censuran los argumentos contrarios, son, en general, educados y permite la discusión educada. He mantenido largas conversaciones con algunos de ellos y , pese a la lógica discrepancia, he quedado gratamente sorprendido de las formas exhibidas por el dueño de la casa y varios de sus habituales.
Saludos Alfonso
Hola Carlos. Un saludo cordial.
Si, ya he considerado alguna vez de que Logos se desdoble en algún que otro "hermano en el señor" e intervenga en su propio blog para combatir a las "hordas ateas". Pero no lo creo. Ella se considera "pura" en ese sentido. Su extremo fanatismo la retroalimenta lo suficiente como para no tener "necesidad" de convertirse en otra persona que defiende sus ideas. Es un estado de conciencia que conozco muy bien y que ella mismo corroboraría se apareciera por aquí. Ella siempre es ella, no necesita meterse en la cabeza de otro dogmático para que la suplante.
Normalmente, en los blogs de ultra-religiosos, de cualquier confesión, publiquen lo que publiquen sus dueños, suele haber unos cuantos correligionarios fieles que, aunque sea lacónicamente, siempre entran y dicen la misma trivialidad, deseándose bendiciones varias y expresándose lo mucho que se quieren en el señor. No es el caso de Logos. No se sienten sus aparentes "palmeros" en la "gana" de entrar y soltarle la paridita de turno para que ella se sienta bien. Sólo lo hacen cuando tú, yo, o cualquier otro díscolo descreído interviene, y Logos lo permite, claro. Es decir, como digo en la entrada, cuando hay "diversión".
Por lo demás, ya ves que utilizar el lenguaje meapilista que ellos usan es muy fácil y efectivo. Logos sintió un verdadero orgasmo espiritual cuando me identificó nada menos que con un posible pastor.
Pues de eso trata la fuerza del lenguaje y las emociones que suscita en función de lo que se quiere creer. Como dice el refrán: Nada es verdad y nada es mentira, todo depende del color del cristal con que se mira.
Y no hay otra.
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