miércoles, 9 de marzo de 2011

COMPRA-VENTA DE NIÑOS: NEGOCIO REDONDO


Escrito extraído del sumario del Juez Garzón (http://www.diagonalperiodico.net/La-madre-biologica-entraba-por-un.html), redactado por uno de aquellos sinvergüenzas y delincuentes curas de la época, demostrativo de cómo le robaron la hijita a una mujer en la Casa Cuna donde fue a parir, para dárselo, o vendérselo, a otra. El cristiano y católico clérigo ofrece extensas y fraudulentas explicaciones de cómo ha de proceder la familia adoptiva para disimular su engaño (seguro que gentes "de orden y de bien") refiriéndose, ademas, al papeleo oficial necesario para falsear la Partida de Bautismo de la niña y demás chanchullos administrativos (registro, notario y parroquia incluida) a fin de que todo pareciera que nació en ella. Esto no es un caso aislado. Fueron decenas de miles de casos parecidos los que se dieron en todas las llamadas Casas Cunas y otros hospitales religiosos de España hasta hace bien poco.

Uno de los asuntos más ignominiosos en los que se vio envuelta la iglesia, no sólo durante la dictadura franquista, sino, incluso, muchos años después, hasta principio de los noventa, ha sido el constante robo de niños recién nacidos a sus legítimas madres, para después venderlos a matrimonios sin hijos, pero con el suficiente dinero como para pagar lo que les pedían estos delincuentes de sotanas y batas blancas.


Hoy día esta saltando a los medios de comunicación todo este entramado mafioso y corrupto de médicos, funcionarios, curas y monjas, al servicio de un tráfico indecente, despiadado y cruel, promovido, en buena parte, por las víctimas que lo sufrieron: hombres y mujeres que un día descubrieron la realidad de no haber nacido en el seno de la familia donde creían pertenecer.

Este es otro de aquellos episodios que, si no hubiera tenido la directa experiencia que llegue incluso a vivir de primera mano al respecto de uno de estos casos, me podría parecer, sino exagerado, quizás si falto de rigor y malintencionado. Sobre todo, en lo que respecta a la participación de quienes hoy se desgañitan en salvaguardar los valores eternos y sagrados de la  familia, la vida de los neonatos, y demás cuestiones tan en boga dentro de la iglesia, con sus constantes acusaciones a esa falta de sensibilidad moral social que dicen ver en los poderes laicos actuales.

Por cuestiones que no hace falta explicarlas, pues alargaría excesivamente esta entrada, conocí a una de estas madres (entonces aun embarazada) cuyo hijo le fue robado para venderlo por 200.000 pesetas a una pudiente familia que, además, se había enriquecido a base del expolio arqueológico que perpetraron en una zona comprendida entre Ecija, Osuna y Marchena, de la provincia de Sevilla. Muchos que me leéis sabéis a que expolio me refiero, pero lógicamente no voy a hacer concreción de quiénes fueron y dónde se perpetraron estas fechorías: Las del enriquecimiento ilegal, por un lado, y la de la compra, también ilegal, de este niño que hoy tendrá ya unos 38 años.

La cuestión es que supe de manera directa, consultando personalmente en el hospital de regencia religiosa donde esta chica había parido y que ya no volví a ver, que a la misma le dijeron que el niño había fallecido y se habían hecho cargo de los gastos del entierro. Al preguntarle a la monja que me atendía, jefa de la planta, que cómo es que le dijeron eso si a mi me constaba que el niño estaba vivo y que lo tenía tal familia del pueblo de mi mujer, reconoció que en verdad fue una “mentira piadosa, que le habían quitado el niño porque siendo una chica tan joven, soltera y con desarraigo familiar, a saber la vida que le esperaba a la pobre criatura, y que ahora estaba con una familia pudiente”. Lo que no me dijo era la “pasta” que le habían soltado los padres por la compra del niño, de lo que me enteré mas tarde. No me lo podía creer. Yo tenia 21 años y estaba con unos días de permiso del servicio militar que los estaba pasando en el pueblo de la que entonces era mi novia, y a través de mi futura suegra supe y me implique en este suceso.

La monja, con cara de inquisidor mosqueado, me preguntó que si tenía algún problema con aquel asunto. Yo le contesté que el problema se lo habían ocasionado ellos a una madre legítima, a la que le habían privado del derecho de conocer y criar a su hijo. Que aquella acción me parecía una auténtica barbaridad. Y la hija de puta, poniendo una cara que me lo decía todo, me contestó que si estaba buscando meterme en líos, que quién coño era yo para presentarme allí haciendo preguntas. La tía intento sacarme, además, cómo me llamaba, que si acaso era yo el padre del niño, que dónde vivía y de qué familia era. Evidentemente no le contesté. Volví a despotricar sobre una acción que me parecía monstruosa, mientras la energúmena se ponía roja vociferando amenazas.

Reconozco que consiguió meterme miedo la muy cabrona, pues temí que aquel entramado tuviera ramificaciones con las que no sólo no podría enfrentarme, sino que, con seguridad, me acarrearía perjuicios serios. Estaba haciendo la mili y mi valentía, y más en aquella época, tenía sus limitaciones.

Siempre que he ido al pueblo de mi mujer me han entrado ganas de acercarme a aquel chico y explicarle la experiencia que viví, que conocí a su madre y cómo llegó a parar a una familia que no era la suya biológica. Pero esas visitas al pueblo eran más bien esporádicas y por otra parte comprobaba que a aquel muchacho lo estaban maleducando a base de caprichos y de una permisividad sin límites. El carácter de inmadura irresponsabilidad que estaba adquiriendo, entendía por mi parte, no era el más adecuado para darle una información de esa naturaleza, de consecuencias imprevisibles. Hace ya tiempo que no sé de él, como digo tendrá ahora unos 37 u 38 años y desconozco actualmente cual podría ser su situación al respecto de lo que aquí se trata.

Ahora, pues, está saliendo a la luz otros de los mas tristes episodios de la España negra, donde el poder omnímodo de la iglesia, al alimón con el régimen político imperante, hacían y deshacían a su antojo sin importarles violar los derechos mas fundamentales de las personas con total impunidad.

Hay mucha documentación en Internet sobre este tema. No obstante, os dejo esta dirección donde se da una información bastante completa de estos execrables sucesos.

http://www.nuevatribuna.es/noticia.asp?ref=33188



12 comentarios:

Meri Gil dijo...

¡Buen post! A mi con todo esto me pregunto si los padres que pagaban por los niños sabían de donde salían o si eran también engañados con que era para la iglesia o para la joven, pobre y soltera madre que no quería el niño o yo que se.

En cuanto al episodio con la monja inquisitorial me ha recordado lo que me pasó a mi el día en que publiqué un breve texto sobre los maltratos que habíamos recibido en la escuela por parte de las monjas en una modesta publicación local. La hija de puta me citó y se encerró conmigo en una habitación del convento. Allí me amenazó en que si pensaba ir más lejos con aquello iba a mover hilos para que mi padre fuera expulsado del trabajo. Lo peor es que realmente podían hacerlo.

Ahora que va a jubilarse pronto y que los tiempos han cambiando un día de estos lo haré publico todo. A ver si se atreven ahora a decirme lo mismo que en aquel momento en que yo solo tenía 15 años.

Bueno, lo dejo que me pongo de (más) mala leche jejejeje

¡Muchos saludos!

Alfonso dijo...

Hola Meri Gil, bienvenida.

Como todo negocio, los beneficios del mismo se repartían, en proporción, digamos, a las "responsabilidades" de cada cual en la transacción. Médicos asistentes, curas negociadores con la familia adoptiva y monjas portadoras y entregadoras del "paquete" irían percibiendo su correspondiente parte. Imagino, que algunas, creyendo en su ignorancia que realmente hacían un bien cristiano entregando a esos niños a familias "pudientes", no verían ni una perra gorda.

En aquella época las madres no rechazaban a sus hijos para dárselos a otras personas, eso era pecaminoso y estaba mal visto. La hipocresía de la moral católica era capaz de mantener esa "figura moral", y por otro lado robar el niño a su verdadera madre y decirle que el mismo había muerto. Hay testimonios de sepultureros que han declarado como muchos de los pequeños féretros que provenían de las llamadas Casas Cunas estaban vacíos. A las autenticas madres, por causa de su pobreza, bastante favor le hacían con permitirles parir gratis en aquellas Casas Cunas del Auxilio Social.

Y así es Meri Gil, con las gentes que llevaban habito o sotana no se jugaba. Yo mismo, para poder empezar a trabajar en el año 1967, tuve que presentar en la empresa el preceptivo Certificado de Buena Conducta, que el párroco del pueblo tenia que extender y firmar. Si no lo hacia lo tenias crudo para encontrar trabajo.

Por suerte, como tu dices, los tiempos han cambiado y la influencia de la iglesia en los poderes sociales ha menguado bastante. Muy a su pesar, desde luego, y por eso andan rabiosos metiendo toda la baza que pueden y haciéndose ahora los perseguidos.

Lo dicho, gracias por participar.

Un saludo afectuoso.

NEKA dijo...

Alfonso el otro día dieron al completo el reportaje de estos niños robados y su busqueda de la verdad.
Una chica que me hizo llorar mucho viendo como las cámaras la seguían y daba con la gente que sabía mucho de su venta de bebé no daban la cara ni respuestas, esa impotencia de estar cerca y no encontrar soluciones me dejó muy tocada y lloré viendo la desesperación de unos desgraciados sin escrúpulos que robaban niños impunemente.
Por suerte todo está en manos de la justicia y mucha de las personas vivas implicadas tendrán que declarar y ojalá encuentren a sus familias y paguen por todos estos actos cometidos quien colaboró en ello.
El poder de la iglesia por suerte ha mermado y esas amenazas ya no importan, y si tan convencidos están de que en esta vida se paga todo o en la otra lo paguen con intereses.
No se como proclaman la caridad cuando haciendo caso omiso quitaban hijos a madres. En muchos casos no eran solteras simplemente se antojaba privarlas del derecho de ser madres por dárselo a otros.
Muchas parejas que adoptaban estos niños si sabían que eran robados o al menos de dudosa procedencia, una persona con dinero que paga por un niño sabiendo "que es ilegal" no tiene escusa. Otras engañadas no se hasta lo dudo.
De lo que sí estoy cansada y asqueada de que siempre de alguna manera aparezcan señores y señoras de la iglesia en algún escándalo y luego tenga que soportar discursitos.
Como dice Meri Gil y desde aquí la saludo y le doy al bienvenida, las amenazas para callar eran diversas y si acojonaban y podían hacerte mucho daño, de eso se un rato por el maltrato recibido por parte de estas puu..tttt..as monjas que supuestamente me iban a educar de pequeña. Años callando sin decir a mis padres que me pasaba por las amenazas el miedo y demás maltrato mas incisivo si me quejaba. Pero algunas cosas hasta se quedan suaves con la educación en internados de curas y monjas e incluso las tonterías de los noviciados para acostumbrar el acato incondicional de ordenes.
Muy usado ese sentimiento de culpa que te revuelve las tripas y se saca el lado mas... me callo también que me cabreo.

Isaak dijo...

Alrededor de 1985, yo viví de primera mano un caso de asignación ilícita de un bebé con horas a un matrimonio muy, muy católico.

Un familiar directo de este matrimonio (no digo pareja por no ofender...) era miembro del clero... y por ahí vino la criatura.

El vecindario supuso que se trataba de un bebé que su madre rechazaba, y nadie hizo preguntas. De hecho, el bebé constaba como hijo natural, no adoptado. Los que conocíamos al tan repetido matrimonio descartábamos que hubiesen follado jamás en la vida, ni siquiera entre ellos.

De ahí al descuido y casi el maltrato, hubo solo un paso.

Entonces ni imaginarse podía lo de los robos de bebés. Todo el mundo calló. Yo era un adolescente casi, lo que a duras penas conforma mi conciencia.

Maltratada y malcriada, víctima de unos falsos progenitores tan beatos y parroquiadictos como malas personas, sobrevino lo que era de esperar: desubicación, fracaso escolar y embarazo no deseado a edad muy temprana.

Y lo dejo aquí porque aún se me parte el alma cuando escuchaba la llorar, a través de las paredes, y los gritos desquiciados y maldicientes de sus inmerecidos padres catolicos, apostólicos y romanos.... malditos sean ellos y los que les entregaron inmerecidamente a esa criatura.

Anónimo dijo...

Y estas arpías son los que quieren darnos lecciones de moral a los demás. Hace unos días robaron en un convento y se llevaron un millón y medio de euros en efectivo. Ahí es nada. RELIGIÓN FUERA DE LOS COLEGIOS YA.

Alfonso dijo...

Un millón y medio de euros en billetes de 500, según las informaciones. Y las monjas decían que eran sus ahorros... ¡Si señor, y en billetes de 500!... A saber la procedencia de semejante cantidad de dinero. O a lo mejor eran estampitas de la virgen y las monjas dicen que eran euros.

Yo tengo aun en mi memoria el rostro de aquella chica, a la que conocí cuando aun no había parido y esperaba hacerlo ingresada en aquel tétrico hospital. El hijo que no conoce y que cree muerto, además, es su viva imagen, se parecen mucho. De hecho, si se viesen se reconocerían por los rasgos afines que tienen. Han pasado ya muchos años pero de vez en cuando recordamos aquel suceso en casa.

De verdad, no me cabe en la cabeza que personas que decían estar comprometidas con una fe, y que no fueron ni dos ni tres, sino que a lo largo de los años las podemos contar por miles, se involucraran en un tráfico de donaciones y venta de niños tan horrendo e inhumano. De qué pasta hay que estar hecho para atreverse a robarle un hijo legítimo a una mujer para dárselo a otra. Qué oscuros, interesados e inmisericordes resortes mentales hay que tener para actuar de tan horrible manera. Y me da lo mismo que sea cura, monja, médico, enfermera, funcionario del Estado, notario, o el barrendero de la calle.

Cuantas mentiras, cuantas falsificaciones, cuantos encubrimientos, cuantas implicaciones, cuantas complicidades, y cuanta sinvergonzonería de asqueroso servilismo hacia las clases adineradas tuvieron aquellos sátrapas de la sotana y la tonsura, que después no tenían ningún pudor en creer, y hacer creer ante el altar, de que gracias al "misterio de la transubtanciación" tenían en sus manos el cuerpo y la sangre de Cristo. ¡Hipócritas redomados! ¡Mercantilistas de cuerpos, almas y conciencias! ¡Arded en vuestro infierno, porque es lo único que merecéis!

Isaak dijo...

Alfonso, es necesario tener en cuenta que ellos creían estar haciendo un bien a la criatura, y a la madre. Nadie como ellos para criar y educar niños, en la Verdadera Fe, por supuesto. Una forma de asegurar nuevas almas para purificar y ofrecer a mayor gloria de Dios.

O es que si hoy pudiesen, no nos arrebatarian a nuestros hijos para evitar que caigan en la barbarie y el oscurantismo del ateismo y el descreimiento.

No te quepa la menor duda. Igual que nos harían penar y purgar nuestros pecados de la forma que más agradase a su Dios, que ya sabemos cuáles son.

calimeroesmalo dijo...

No me sorprende lo que leo, porque ya desde pequeño lo había oído pero no puedo evitar quedarme atónito a la vez con las historías que leo y lo que cuenta Alfonso...
¡ Ufff!
Y lo que no se sabe y lo que se calla y lo que estará por salir....

calimeroesmalo dijo...

Los que se pensaron que este blog moriría en 3 post deben estar mordiendose los nudillos...

Alfonso dijo...

Si, Isaak, y este proceder de creer estar haciendo aquellas tropelías porque así "evitaban" que aquellos niños, víctimas algunos del pecado; hijos de mujeres sin recursos, otros; pobres criaturas que iban a tener la suerte de ser criados en familias como dios manda, entraba dentro del plan de su dios. Esa ha sido la moral católica de siempre y que muchos/as de sus adeptos, hoy, no quieren entender ni reconocer.

Y es muy cierto, que si actualmente no siguen imponiendo esa chapuza de moral cristiana que han practicado durante siglos, es porque la población en general se ha sacudido la opresión doctrinal y el terror psíquico que antaño les producía la intervención eclesial en sus vidas. Salvo en reductos muy determinados, ya es casi imposible ver una iglesia llena de gente, con el corazón en un puño, mientras el predicador de turno desde el púlpito amonestaba con voz tronante a aquella masa amorfa de confundidos parroquianos que, salvo las cuatro beatas y pocos más, los demás acudían por la obligación impuesta y del qué dirán.

Pues si, Calimero, este blog no sólo no morirá sino que está más vivo que nunca.

Isaak dijo...

"Ellos" dan cada dia nuevos motivos para que ni este blog, ni miles de otros tantos blogs como éste, dejen la tarea que nos hemos impuesto de denunciar la sucia manipulación de que hacen objeto al mundo y a quienes lo habitan.

Charlatanes de todas las religiones son sacados a la palestra y puestos en evidencia en internet cada día, y así deberá seguir siendo. Nosotros o quien quiera que sea, hace tiempo que empezaron a perder la guerra, a fuerza de perder muchas batallas.

Ni todas las guerreras de la luz, ni juanjos ni oceánidas juntos serán bastante para volver a poner la venda en los ojos de la que tanto está costando deshacerse.

No hasta que España deje de ser llamada desde el Vaticano, para vergüenza de muchos, la "reserva espiritual de Europa". No hasta que el verdadero espíritu de Europa sea el de la Ilustración.

Y tras esta soflama al más puro estilo "Hispanicus", hasta mañana xatin@s. XDDDD

Anónimo dijo...

Gracias por la noticia y por la informacion facilitada, aunq este tipo de noticias no suelen ser del todo objetivas y aconsejo buscar temas relacionados para hacerse una idea global. salu2

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