Esta no es la película de la que habla Logo77, ni falta que le hace.
On
+00002012-04-17T03:54:12+00:0030000000bTue, 17 Apr 2012 03:54:12 +0000UTC 23,
2008 at 11:59 am04 Alfonso said:
Tu comentario está pendiente de
moderación
Vi la película. No me extraña, Logos, que te haya gustado
porque es una fantasía mágico-religiosa muy propia de tu también fantástico
pensamiento. Diría, incluso, que te hubiese gustado mucho que semejante cuento
de moralina al por mayor lo hubieras escrito tú.
Al margen de la realización, que deja mucho de desear, es
un telefilm de baratillo dirigido a un público muy concreto, donde se pretende
suscitar emociones primarias al estilo de los más cándidos y moralizantes films
de la factoría Walt Disney. Quizás en dibujos animados podría haber sido más
creíble.
La trama: simple y predecible. Un “milagroso” corte de
carretera conduce a un bar de ruta a unas personas que no se conocen entre sí
con sus problemillas domésticos a cuesta. Un matrimonio mal avenido a punto de
separarse, un empresario altivo dueño de una cadena de hamburguesas, una chica
que va a ver a su novio con la esperanza de su declaración y una adolescente
huida de su hogar. Todos coinciden en el mismo bar, regentado por un señor que
se llama Jesús. Huelga decir que el tal Jesús no es otro que el mismísimo
Jesucristo que, como se quería entretener un rato jugando a psicólogo
moralizante, se olvida de los verdaderos y globales problemas del mundo y se
mete en medio de las, ya digo, contrariedades de varias personas que ya son
mayores para resolverlas ellos solos. Aprovechándose de su situación de
sabelotodo (porque para eso es dios) y jugando con las supuestas malas
conciencias que arrastran, sometiéndolas a las típicas contradicciones que
sufren las personas inmaduras y sin criterio propio cuando se utiliza el temor
de lo sagrado, Jesús, “disfrazado” de camarero de platos combinados, los somete
a un tira y afloja muy propio de los cursillos de fin de semana que muchas
confesiones realizan. Las situaciones de contradicciones malo-bueno,
bueno-malo, como resultado de la catequesis intensiva a la que son sometidos no
hay más que imaginárselo. Eso sí, con mucho afecto y simpatía, toneladas de
“que malo y equivocado que estás… pero cuánto te quiero”
Pues nada, Logos, felicidades por haberte sido tan
provechosa.
Por otro lado, siento la muerte de tu hermano. Lo cortés
no quita lo valiente, como dice el refrán.
Una
vez más publico en este blog un comentario censurado de la entrada del blog de
Logos77: El Encuentro / La mejor pelicula que he visto en
mi vida
Y todas las que hagan falta mientras Logos77
tenga la desfachatez de eliminar
comentarios que, como no son de lisonja, elogio y aplauso, que es lo que ella
quisiera recibir de todo el mundo y de forma constante en cada una de sus
entradas, tira al cubo de la papelera las intervenciones de otras formas de
pensar porque es incapaz de resistir críticas, o aceptar argumentos contrarios
a las ideas e intenciones que ella pretende.
Es su blog, naturalmente, y como dice el
refrán, cada uno puede hacer de su capa un sayo, y en función de ese derecho
puede eliminar los comentarios de quien quiera aunque con eso lo único que manifiesta
es el servilismo ciego a un único y exclusivo pensamiento y el desprecio que demuestra
hacia las legítimas opiniones de los demás. Pero, precisamente, en el ejercicio
de ese mismo derecho, publicaré en este blog las intervenciones censuradas,
tanto las propias como las ajenas si se animan a ello cada vez que lo crea
conveniente.
Todas las creencias son legítimas, eso nadie
lo pone en duda. Legítimas y respetables. Cada cual es muy libre de poner en
práctica las creencias en aquellos mitos y ritos que induzcan a los
sentimientos necesarios que ayuden a la cohesión social, como la urdimbre de
una trama que se mezclan unas con otras pero sin interferirse. Sin embargo, la
imposición de pautas de conductas y de normas rígidas, en lugar de desarrollar
las sociedades las hacen más impositivas, menos humana y menos libre. Y esto es
de suma importancia. Comprobar si los mitos utilizados por un grupo social son
lenguaje dirigido a la imaginación desde el punto de vista simbólico y por lo
tanto libres de ser interpretados desde de un lenguaje polisémico, o por el
contrario, se utilizan convertidos en normas sociales de obligado cumplimiento,
de imposiciones religiosas que además utilizan la amenaza del castigo eterno
como medida de persuasión.
El mito es un relato que personifica los
símbolos, los enfrenta y les insufla vida para que metafóricamente nos
condensen los sentimientos humanos frente a las grandes preguntas que
históricamente nos hemos hecho, lo que en hermenéutica simbólica se llaman
“mitologemas”. Esas preguntas eternas, ¿de dónde vengo?, ¿a dónde de voy?, ¿qué
es el destino?, ¿qué es la muerte?, son el embrión primario del nacimiento de
los mitos. Tienen pues una función de sugestión para nuestro subconsciente, son
una forma de inducir afectos y sentimientos positivos que contrarrestan la
angustia y el miedo a lo desconocido. El rito es un mito en acción. Es el
pensamiento mágico acrecentado y acentuado mediante gestos y palabras que se
suponen invariables, transmitidas por tradición y que, como las metáforas del
relato de la película, tienen un poder sugestivo en sí mismos.
Otra cosa es presentarlo como una idea, como
si fuera el producto de un pensamiento abstracto de la razón y de esa forma
utilizarlo como valor conceptual para hacer afirmaciones (o negaciones) que
tengan, también, valor universal. Y no conforme con eso las ideas se convierten
en dogmas, en creencias inamovibles, impuestas a machamartillo porque de su
cumplimiento dependen la salvación o la condenación. Y todo ello expuesto desde
posturas que solo admiten un sólo significado y ese significado es unívoco,
convencional y arbitrario.
Al margen de la sorna humorística utilizada
en el comentario no publicado (de la que el dios Jocundo nos haga siempre
propicios), le doy el pésame por el fallecimiento de su hermano, y, ni siquiera
al menos por eso, recibo el reconocimiento.
1 comentario:
A mí, personalmente es una película que me encanta, al igual que los caballeros de la mesa cuadrada jajaja, son unos génios.
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