martes, 11 de octubre de 2011

REFLEXIÓN

¿COMO SABÉIS SI LA TIERRA NO ES EL INFIERNO DE OTRO PLANETA?
(ALDOUX HUXLEY)

Esta pregunta propuesta por el escritor mencionado arriba da que pensar.
Dependiendo del grado de creencia de algunos puede resultar una desfachatez o también una gran tontería. Puede presentar dudas y llevar a muchas preguntas.
Si la iglesia dice que hay un limbo para los justos y un infierno para los impíos, como vamos a pensar que igual el infierno lo estamos viviendo ya en este planeta que lo tenemos como nuestro e igual aquí estamos purgando nuestros pecados.
¿Venimos de otro sitio los expulsados?¿ Nuestros padres, nosotros, nuestros hijos, estamos pagando por las culpas de los antepasados? ¿Quien está en el limbo del planeta de los justos?
Esta vida a veces es un infierno y vivimos situaciones injustas y vemos injusticias a todas horas de gentes o gentuza que no merece respirar, otros viven el limbo de su lujo y pueden ser buenas o malas pero si fueran buenas ¿estarían también pagando de alguna manera sus culpas?
La religión está en este planeta infierno igualmente que los demás. ¿Sabrán acaso que igual están en su propio infierno?.
Tranquilos no estoy desvariando ni pensando estas cosas mientras escribo.
Colocando una habitación, encontré este tema entre mis viejos apuntes, un debate que llevamos a cabo unos alumnos de religión en el instituto, que propuso el profesor , no este tema claro , si no desarrollar un tema complejo sobre las creencias religiosas. Hicimos un grupo y un chico de la clase propuso este y el grupo que formamos aceptamos el reto, aún sabiendo que el profesor se agarraría de los pelos o en el peor caso, el suspenso fuera apoteósico.
El otro grupo elegido al azar tenía que debatir en contra de nosotros, a nuestro grupo le tocó hacer de parte negativa eligiendo un tema controvertido y claro nuestro compañero fue a elegir esta frase nada mas. Bueno nada mas tampoco, porque la que se lió fue parda.
Primero por las preguntitas de marras , segundo porque conseguimos sembrar dudas y tercero porque que acabamos en el equipo psicológico del instituto uno por uno y llamaron a nuestros padres.
A veces me pregunto porque demonios el profesor después de proponer algo así para puntuar nota se enfadara tanto. El caso que según el profesor él quería hacer una especie de experimento , de como chicos jóvenes y creyentes podían hacer un reto de intentar convencer a otros de lo contrario o al menos exponer unas dudas de forma que así "nos pillaba" y así nos podía llevar por buen camino. Estas eran las formas de entrar en nuestros cerebros y manipularnos, pero el buen profe no contaba con que no sabría como responder. Yo le dije en un momento que no se fuera por los cerros de Ubeda y repondiera a la pregunta tal como se hacía. Y él se limito a decir que Huxley era una mala influencia para nuestras mentes y que mejor hubiéramos propuesto algún milagro de la biblia que presentara dudas o algún pasaje que no entendiéramos para que el otro grupo nos lo explicara. No se si me explico bien.
El caso que suspendimos la asignatura y nos mandó confesar. Estoy hablando de hace unos 28 años, que se suponía había ya libertad de expresión, pero no era así.
Me gustaría saber que opináis sobre las preguntas y si le veis alguna lógica al tema de la discordia de mis tiempos de estudiante.

1 comentario:

Alfonso dijo...

Quién no ha pensado alguna vez que este mundo donde vivimos a veces se convierte en un auténtico infierno, sin nada que envidiar al averno bíblico.

Es cierto que la vida tiene sus goces y sus alegrías, pero cuando los acontecimientos vienen torcidos y recibes golpes por todas partes se desencadena el infierno interior del malestar y el sufrimiento. No sé para qué predican sobre la existencia de un infierno post-morten cuando lo tenemos aquí disfrazado de todas las formas imaginarias para recordarnos constantemente lo frágiles e influenciables que somos ante cualquier acoso de la índole que sea.

Como sabes, Anita, entonces, hace algunos años, aunque aun quedan especímenes de esa clase, existían educadores que actuaban dentro de un patrón ideológico determinado y por lo tanto alejado de la pluralidad equitativa mínima exigible a cualquiera que se dedicara a la docencia. Ya he contado alguna vez, como botón de muestra, que cuando tenía 11 ó 12 años, asistí al surrealista suceso que se dio en una clase de religión ante la pregunta que el cura zopenco de turno le hacía a un compañero de cuáles eran las "virtudes teologales". El chaval, a duras penas empezó a balbucear: "Fe... Espe... Esperanza... y..." y aquí se le acabó la inspiración. Al cabo de unos segundos y viendo el zarrapastroso cura que no iba a recordar la tercera virtud, se lió a hostias con el chaval mientras le decía a voz en grito:¡¡¡Y caridad, burro, y caridaaadd!!!

La Biblia indica que caridad es amor y, efectivamente, el "derroche" de amorosa caridad de aquél ensotanado hacia sus semejantes quedaba patente inflando a hostias al alumnado. Y aunque tenía 12 años flipaba en colores por la incongruencia manifiesta de lo que predicaba comparado con lo que hacía. No era muy caritativo lo que hacía, no.

Besos.