sábado, 7 de mayo de 2011

Me gustan los domingos

Aunque lo parezcan no son aprendices de Bat-Man. No creo que el super-héroe con complejo de murciélago tuviera tan mal gusto. Que se sepa, uno de los cinco llegó a cura y hoy ejerce de castigador de los "demoños". Menos mal que tal personaje no existe, porque si así fuese y un día se le apareciera de verdad batiría todos los records de carrera de fondo.


Me gustan los domingos


A mí me gusta santificar el domingo no sólo con la liturgia, sino con cuatro cosas más si son posibles:

-una buena comida
-un buen paseo
-una buena película
-una buena cena
-la lectura de una buena novela
-un buen desayuno

Lamento si a algunos les parezco muy material (en realidad no lo lamento nada), pero creo que ésa es una gran diferencia entre el espiritualismo protestante de Lutero o Calvino, y el realismo del catolicismo. El catolicismo nunca ha despreciado el mundo, la vida, la materia, los justos goces de este mundo. Se puede amar con todas las fuerzas a Dios y gozar del mundo mientras nos mantengamos dentro del Camino del Señor que nos marcan los Mandamientos.

El catolicismo siempre ha integrado a la perfección cuerpo y alma, mundo y más allá. No podemos decir lo mismo de los puritanos, los calvinistas y tantos otros. No siento ningún remordimiento en disfrutar de las buenas cosas que Dios ha puesto en la vida. Ni siquiera uno pequeñito. Recuerdo una persona que cada vez que se reía, después se ponía seria con cara de pedir perdón, como si se hubiera propasado un poco.

Bueno, lo digo todo esto porque la comida mañana será la del collegio. La lectura será la de una buena novela. Pero lo que sí que será genial es que un cura italiano me ha dejado Inception, que pienso ver mañana. Ya os contaré en el siguiente post qué me ha parecido. Aunque será el segundo post sobre la película, porque ya la vi. Pero hay películas que, ciertamente, merecen dos post.

 PADRE FORTEA    (cliquear en la hora para ver original)

He aquí toda una declaración de principios del cura Fortea.

El mismo corrobora sin reserva ni pudor alguno lo que los demás ya saben, tanto si son irredentos impíos como fervientes católicos, aunque estos últimos se lo callen, lo ignoren o simplemente lo justifiquen con algunos de los melifluos argumentos que suelen utilizar cuando quieren ocultar lo evidente.

El cura Fortea vive como su dios. O poco le falta.

¿Y eso es malo?, nos preguntaremos y nos preguntarán. No señor, eso no es malo, todo lo contrario. Gozar de los bienes materiales es muy lícito, y no todo el mundo puede, o sabe hacerlo. Como “bon vivant”, el cura Fortea disfruta de la vida, entre otras cosas, gracias a su pecunio particular (su sueldo de sacerdote no creo que de para tanto) y por haber reinventado la figura del exorcista dentro del esoterismo católico y haberse hecho "experto" en demonios y otros bichos del averno, según dicen. Si Santo Tomás de Aquino tiene su “Summa Theologicae”, el cura Fortea tiene su “Summa Demoniacae”, que tampoco es moco de pavo.

El cura Fortea vende humo y vive de él, aunque estos vapores tengan supuestamente un cierto olor a azufre.

Dice el cura Fortea en su post que le gustan los domingos. Y yo digo que también los lunes, los martes, los miércoles, los jueves, los viernes y los sábados. Porque no creo que los demás días de la semana no los “santifique” igualmente con:

-una buena comida
-un buen paseo
-una buena película
-una buena cena
-la lectura de una buena novela
-un buen desayuno

Y me parece que se queda corto. Seguro que hay otros placeres de la vida, inconfesables, a los que el cura Fortea tampoco le hace ascos. Y hace bien. Ya puestos a vivir como un obispo es bueno empezar aunque sea desde los escalafones más bajos.

El mismo lo dice: “No siento ningún remordimiento en disfrutar de las buenas cosas que Dios ha puesto en la vida. Ni siquiera uno pequeñito.” Como tiene que ser. Lo demás es hipocresía y ganas de confundir al personal. Aunque, algo de esto último hace cuando en otro post, hablando de la sotana dice: "El color negro recuerda a todos que el que lo lleva ha muerto al mundo. Todas las vanidades del siglo han muerto para ese ser humano que ya sólo ha de vivir de Dios." 


Hombre, Fortea, vivir sólo de Dios no es precisamente lo que se desprende del post que le estoy comentando. Si dependiera sólo de su dios estaría hecho unos zorros cansado de esperar. Por eso le ha parecido más práctico y eficaz echar mano de "las vanidades del mundo", ¿verdad?

Lo único es que, además, para justificarse acude ha ciertas mentirijillas piadosas que no cuelan. Porque decir que: “El catolicismo nunca ha despreciado el mundo, la vida, la materia, los justos goces de este mundo. Se puede amar con todas las fuerzas a Dios y gozar del mundo mientras nos mantengamos dentro del Camino del Señor que nos marcan los Mandamientos. El catolicismo siempre ha integrado a la perfección cuerpo y alma, mundo y más allá.”, es un sofisma barato que solo convencerá a los incondicionales. Y no a todos. El catolicismo nunca ha sido nada de eso, de modo que para estar licenciado en Historia de la Iglesia, o se la explicaron mal o se saltaba las clases.

Muy posiblemente, algunos de sus admiradores/as pueden llegar a pensar que quien esto escribe seguro que estará influenciado por el demonio, que me hace decir estas cosas para denigrar a ese santo varón que gusta de holgazanear, de la buena mesa, el buen vino, los entretenimientos lúdicos, hacerse cuarenta mil fotos desde todos los ángulos posibles y publicarlas (pero exentas de mundana vanidad, ¡eh!, que conste), etc. Pues, la verdad, no creo que haya hecho falta que ningún diablillo me sople en la oreja ninguna maldad contra ese gran vividor que es el cura Fortea, ya que él mismo no se esconde en confesarlo. Pero ¡ah!, eso si, dentro de la más estricta Ley de Dios, que clérigos y demás grey católica dicen saber y practicar a la perfección. Tienen además la ventaja que como su dios nunca va a estar ahí para corregir en persona las imperfecciones que tengan, pues la ley divina se aplica según convenga, a la libérrima interpretación de cada cual.

Que sí, cura Fortea, que hace usted muy bien, que son cuatro días y tres ya han pasado.

Usted a lo suyo, que se le entiende todo…

4 comentarios:

NEKA dijo...

El catolicismo nunca ha despreciado el mundo, la vida, la materia, los justos goces de este mundo.
Joer pues esta frase lleva mucho mensaje, la verdad que visto como viven algunos bien cierto es que no desprecian nada. Lo de la sotana se contradice un poco, vivir tienen que vivir pero claro te ponen delante un buen desayuno y un sofá y después de una dura misa y confesiones es placentero para todo hijo de vecino juas juas.
No se debe sentir remordimientos por disfrutar de lo bueno de la vida para eso está, pero en su justa medida y si abusar que se peca oigan.
Al mas pintado le tientan los placeres mundanos y tampoco tiene nada malo si no fuera por la hipocresía mostrada desde hace siglos, el padrecito igual se está confesando y espia sus "pecadillos" vanidosos ante los fieles cansado de repetir siempre lo mismo y viendo que se pasa mejor la vida, aunque sus confesiones no dejan de ser lo mas simples. Lo curioso de esto son las contradicciones e hipocresías como dije antes y el lio patatero de los seguirdores fanaticos que piensan en que una sotana solo es sacrificio ofrecimiento y vivir reglado. Que cansinos son.

Isaak dijo...

¡ah, Fortea! un tipo completo donde los haya. A mi entender, se ha callado -que no faltado- un "un buen":

-una buena comida
-un buen paseo
-una buena película
-una buena cena
-un buen polvo
-la lectura de una buena novela
-un buen desayuno

Si me aseguran una existencia pacífica y colmada como la suya, me hago católico practicante mañana mismo.

Lo juro.

Alfonso dijo...

Y Yo, Isaak, y yo...

He conocido a más de uno de estos "exquisitos", que consiguieron alcanzar el arte supremo de vivir la vida rodeado de una cierta y aparente aureola de supuesta vivencia mística cuya única finalidad era la de pasar la existencia sin dar un palo al agua. En la universidad había un cura escolapio al que llamábamos muy gráficamente "gloria in excelsis deo", que estaba dentro de este prototipo. Hubiese hecho buena pareja con el cura Fortea.

En esto, como en otras tantas cosas de corte parecido, hay que tener jeta, sino no te comes un torrao, ¿verdad, Anita?.

Saludos.

NEKA dijo...

Verdad verdad.