miércoles, 6 de abril de 2011

Se regocijan ante el hallazgo de un ateo no anticlerical.

ZENIT, el mundo visto desde Roma.

UN ATEO DEFIENDE LA RELIGIÓN


Un nuevo libro se enfrenta a los ataques de los no creyentes

Basan su euforia en que el ateo asegura que la religión proporciona una combinación de beneficios psicológicos, emocionales, morales comunes, existenciales e incluso de salud que ninguna otra institución puede reproducir”.

Bruce Sheiman ofrece una nueva perspectiva al
enfrentamiento entre creyentes y ateos
Pronto se contentarán con que la celebración callejera de la semana santa beneficie al turismo.

4 comentarios:

Alfonso dijo...

Por lo que veo el Bruce Sheiman este ha descubierto la sopa de ajo...

Que la práctica de una religión, estar organizado en alguna institución altruista, practicar alguna orientación filosófica determinada, etc. puede ser terapéutico y beneficioso para la salud psíquica y, por ende, física, de sus adeptos, no es un descubrimiento nuevo.

Se entiende que todo ello se lleva a la práctica porque quienes asumen los credos, ideas y normas que las mantienen te hace ser mejor persona, aumenta la autoestima y se proyecta de forma positiva hacia los demás.

Hasta aquí todo muy bonito y muy positivo y, efectivamente, hay mucha gente que se mueve por esos cauces. Mantienen sus prácticas, tratan de sacar beneficios espirituales de ellas y ahí se acabó la cosa.

Lo que hace cambiar el asunto es cuando esa práctica, convirtiéndose en verdad revelada y en exigencia prosélita, invade los ámbitos ideológicos de los demás y trata de colonizarlos. De eso no dice nada este señor "ateo"

Y si, Isaak, hace ya muchos lustros que las celebraciones callejeras de la semana santa se organizan, entre otros objetivos, para beneficiarse del turismo. Cada vez más.

NEKA dijo...

Esto los tiene que tener en un orgasmo continuado mental.
No dudo de pueda producir beneficios a algún tipo de nivel y los haga felices, pero con todo y eso tengo mis dudas sea así también, lo malo de estos beneficios que no son los mismos para unos que para otros.
Y lo peor se convierta en una psicopatía.
Y según están en estos tiempos en boca de todos que un ateo diga esto los alivia un rato la diarrea.

Anónimo dijo...

Yo, de aquí a verano, lo tengo claro

http://www.yorokobu.es/2011/04/07/ir-a-misa-engorda/

... en otoño ya como que me da igual ...

;-p

Anónimo dijo...

¡Ah!, que se me ha olvidado –con la emoción del descubrimiento de la dieta maravillosa esa que os pego– que yo también soy ateo, no-anticlerical (a ratos), anónimo y sevillano :)))