viernes, 8 de abril de 2011

Kiko Argüello en su elemento: la Diócesis de Córdoba.

Noticia completa: en la foto.

Uno no pretende la posesión de la verdad absoluta, pero durante la celebración del encuentro, en un momento determinado, el religioso y showman Kiko ora por la aparición de nuevas vocaciones, y acto seguido 9 chicos deciden instantáneamente dedicar su vida al sacerdocio, así como 20 chicas ingresar en clausura, además de algún que otro prodigio de naturaleza apostólica.

Alguien podría pensar que se trata de un "milagro ensayado". Si la Iglesia desea granjearse el respeto del ciudadano de a pie, creyente o no, tal vez haría bien en cuidar este tipo de puestas en escena que, además de "suscitar" nuevas vocaciones, igual podrían despertar sospechas -en espíritus más analíticos- acerca de la veracidad de tan rotundas e inmediatas "conversiones".

4 comentarios:

Alfonso dijo...

"Para finalizar el acto Kiko ha hecho una oración para que Dios suscitara vocaciones y de este modo, 9 chicos se han levantado para responder a la llamada del Señor mediante la vocación sacerdotal, unas 20 chicas han sentido la llamada a irse a un convento de clausura y decenas de familias con sus hijos han respondido sí para salir a la misión ad gentes."

¡¡¡MILAGRO!!! ¡Alabado sea el señor, que a través de la divina inspiración del santo paráclito (a mí, esto del "paráclito" siempre me ha gustado mucho) ha movido espontáneamente los corazones de estos, tus siervos y siervas, (no confundir con los siervos y siervas del campo) y se han comprometido, llenos de tu gracia, a servir a dios, a la iglesia y a la comunidad cristiana, y a to el que haga falta!

Y tranquila la iglesia por aquellos saraos que monte, porque el amigo Kiko tiene relleno humano para rato.

-A ver, obispillo, ¿cuanta gente dice que te hace falta para el acto de la consagración de Córdoba al Santo Prepucio de Jesús? ¿Cuatrocientos mil? Eso está hecho, pego un silbido y vienen kikos y kikas para parar un tren.

Lo que hace el poder del dine... digo del espíritu.

Anónimo dijo...

jajaja....

Que ineptos e ignorantes sois.

Isaak dijo...

Si tú lo dices, no se hable más. ¡Palabra de Dios!

Alfonso dijo...

Te ala, vamos, señor.