sábado, 11 de diciembre de 2010

Contaminar el espacio común.

Estoy dedicando un rato a recopilar una mínima parte de la información que acumulo por aquí y por allá, para dedicar a Oceánica un botón de muestra de cómo la Iglesia "no interviene" o interfiere en el funcionamiento interno de los Estados y cómo "no interviene" o irrumpe políticamente en los procesos de creación y desarrollo del trabajo de los diversos poderes legislativos mundiales.

Estando en ello, me he tropezado con un curioso artículo fechado en Suiza, el 6 de diciembre del corriente.

En él, se repite casi literalmente el conflicto vivido en España en meses pasados a raíz de la pretensión gubernamental de eliminar los crucifijos de los espacios públicos. Idénticas excusas, tópicos similares, misma desesperación por no privarnos de la visión de sus símbolos, de meter a todo el mundo por los ojos, tanto el que quiera como el que no, la desagradable visión de su ídolo torturado. Como si para temática gore no tuviésemos ya el Canal Buzz.

Os dejo con el susodicho artículo que, al fin y al cabo, no pasa de ser una curiosidad.

Los obispos suizos, contra la eliminación del crucifijo Muestran su solidaridad con los cristianos perseguidos

2 comentarios:

Alfonso dijo...

Me vas permitir Isaak, que yo también publique, en primera persona, de como el Nacional-Catolicismo "no" me obligaba a profesar la fe católica. De como "escrupulosamente" respetaba las libertades públicas sin injerencias de caracter moral, dogmático ni religioso.

Veo que se nos ha ocurrido a los dos lo mismo, porque creo que somos más o menos de la misma "quinta" y ambos hemos vivido las "bondades" de la fe que tan convencidamente defiende y practica nuestra común amiga Oceánida.

Estaré complacido en leerte si haces alguna "memoria" parecida.

NEKA dijo...

"Expresión pública de la fe cristiana".

Partucularmente me importa un pimiento frito si quitan o ponen o dejan los crucifijos porque total no me molesta en absoluto. Pero que no me vengan con de cortar la expresión pública de la fe porque ellos cortan por lo sano con otras cosas y se pronuncian hasta el punto de prohibir cosas y decir que son malas, ejm. El condón.
Y no vamos con un condón de collar, broche o pendientes a todas horas,o lo llevan los hombres con el pene fuera de la bragueta por la calle, total sería lo mismo.
Lo que me resulta curioso por parte de los obispos es que no se pronuncien en contra de otros símbolos religiosos de otros lados o los mismos gobernantes obliguen quitar los crucifijos y permitan que otras religiones si lo hagan. Quiero decir que por parte de todos como dice el refrán.
O FOLLAMOS TODOS O LA PUTA AL RÍO