El máximo responsable de la iglesia
católica, el papa Benenito XVI, ha declarado en la tercera entrega del libro
que está escribiendo sobre la vida del supuesto fundador de la cristiandad, que
la famosa estrella de Belén, aquel astro luminoso que hizo de GPS a los tres
reyes magos y los guió hasta el portal de Belén, donde nació el niño-dios, no
era otra cosa que la vulgar y corriente explosión de una supernova. Y no
contento con eso, además aseguró que en dicho portal no había ni mula ni buey.
¿Pero qué le pasa a su santidad? ¿Se
ha vuelto loco? A cuento de qué se pone ahora, a pocas fechas de la celebración
de la navidad y posterior noche de reyes, a desmitificar acontecimientos tan
señalados. ¿Habla el papa “ex cathedra”, por lo que su aseveración sería
infalible, o es una desafortunada opinión personal producto de una indigestión
de marisco (iba a decir de hostias consagradas, pero me pareció exagerado), o
de haber bebido vino de misa más de la cuenta?
La iglesia católica no sólo está
perdiendo clientela adulta a marchas forzadas, sino que además ahora se empeña
en desilusionar a los feligreses del futuro haciendo esas temerarias
declaraciones. ¿Qué será lo próximo que dirá el sumo pontífice, ¿qué los reyes son
los padres? Su dios no lo quiera.
¿Y ahora qué les decimos a los tiernos
infantes? Porque si no hubo estrella conductora que llevó mágicamente a los
magos hasta el lugar exacto del nacimiento del niño-dios, la consecuencia es
que tan poco existirían tan magnos personajes, ni pajes, ni camellos, ni oro,
ni incienso, ni mirra, ni muñecas peponas, ni triciclos, ni móviles de última
generación…
O sea, que Jesús nació, salvo la lógica presencia de la madre y su
marido el carpintero (lo del padre biológico ya sabemos que es materia
reservada) en la más absoluta de las soledades, ya que ni siquiera la mula y el
buey les hicieron compañía, además de servir de necesaria calefacción al recién nacido cuya irresponsable madre (ya dije, lo del padre es otra cosa) se empeña en mantenerlo desnudo. ¿Y ahora que hacemos con aquello de "entre el buey y una mula dios ha nacido" y demás alusiones que alegremente y con todo convencimiento cantamos en los villancicos de navidad?
Porque digo yo, dentro de la secuencia
de lógica deducción, que si no había animales de cuadra tampoco habría pesebre,
ni paja, que como todo el mundo sabe aunque no sea de pueblo, es el recipiente
que se usa para darles de comer. ¿Entonces, dónde acostaron al niño Jesús? ¿Lo
tuvo su madre permanentemente en brazos desde que lo parió? ¿Lo dejó en el frío
y duro suelo? Sí, ya sabemos que José era carpintero y podría haber hecho uno
pero, vamos, no creo que llevase la caja de herramientas encima.
¿El papa no se ha dado cuenta que con
esa actitud desmitificadora atribuyéndole al fenómeno celeste un origen natural,
se está cargando también el acontecimiento sobrenatural de la aparición de unos
cuantos ángeles a los pastores del entorno para avisarles que fuesen a la cueva
(se supone que sería una cueva porque a estas altura es que yo ya no sé en qué
tipo de habitáculo nació, o si lo hizo al aire libre) y se pusieran a tocar zambombas
y panderetas para alegrarles el parto,
como manda la tradición?
O sea, que ni nobles, ni plebeyos. Ni
reyes ni el pueblo llano estuvieron presentes en tan importante nacimiento.
Y si no había nadie, cómo se enteraron
de que la madre de Jesús seguía siendo virgen antes, durante y después del
parto, que el casto José (no le quedó otra) no era su verdadero padre, y que el
niño era a la vez hijo y padre de sí mismo, pues siendo dios y de la misma
naturaleza que el padre se podría decir que se auto-engendró. Y por no entrar en
el tema del palomo, para no complicar más las cosas…
Vuelvo a insistir, el papa no sabe en
qué berenjenal se ha metido eliminando de un plumazo uno de los pilares
fundamentales de la tradición católica. Porque, por esa misma regla de tres, si
no hubo estrella, ni reyes magos, ni mula, ni buey, ni portal de belén, ni
ángeles que dieran la noticia, ni pastores que fueran a adorarlo, se queda la
cosa tan eximia que se podría colegir que al final lo del nacimiento del
niño-dios es un simple mito. La deriva de la iglesia en materia del
sostenimiento de las verdades tradicionales empieza a ser preocupante.
¿Y ahora qué hacemos con el
pagano árbol de navidad? ¿Le colocamos, o no, la estrella errante en su
cúspide? Siempre cabe el recurso de instalarla en el catoliquísimo portal de
belén, pero como ya se ha dicho también es un problema ya que su santidad lo ha
vaciado de personajes con su capricho cosmológico. Bueno, de todos, no. Nos
queda el “caganer” (el cagón) que quizás sea el único personaje con “seny” de
toda la representación portalera. Que cada cual deduzca por qué lo digo.
En fin, yo no sé qué es lo que les
pasa a los papas últimamente que, entre lo que afirmó el desaparecido Juan Pablo
II de que no existía ningún infierno físico, y el actual se descuelga con
semejante atentado a la tradición mágica navideña no sé dónde vamos a ir a
parar. Porque, a ver, si Benenito XVI dice en su tercer volumen sobre la vida
de Jesús de Nazaret, que “los relatos de los Evangelios sobre la
infancia de Jesús son históricos, aunque interpretados desde la óptica de la fe”,
¿qué es lo que ha querido decir? Pues, ni más ni menos lo que se entiende: Que
le trae sin cuidado cuál fue la auténtica infancia histórica de Jesús, que lo
que importa son los inventos interpretativos que se hacen utilizando la
imaginación que otorga la fe. Puro rigor investigativo, vamos.
Es como cuando afirma más adelante que
Jesús fue “verdadero hombre y verdadero dios al mismo tiempo, algo que los
humanos no pueden definir”. Elemental en la deducción lógica, su
santidad, pero para eso está “la interpretación desde la óptica de la fe”, para
que cada cual, tanto si es a título personal, como a través de los interpretadores
oficiales de sus confesiones religiosas hagan de su capa un sayo e inventen las
atribuciones y cualidades tanto humanas como divinas que más les cuadre. Así no
me extraña que concluya diciendo que el nacimiento de Jesús y su resurrección “constituyen
un escándalo para la vida moderna”. Y tiene usted toda la razón, santo
padre. Hoy por hoy, lejos ya de la ignorancia y del oscurantismo ideológico-religioso
del Medioevo, no es sólo que sea un “escándalo”, sino también un burdo
despropósito doctrinal.
Más adelante, el docto papa, asegura
que sobre las fuentes que usaron los evangelistas, que no fueron contemporáneos
de Jesús y por lo tanto no manejaban información de primera mano, cita la “autoridad
de la tradición judía” y la “tradición familiar, transmitida y
conservada, entre otros, por la virgen María”, como dando a entender
que ¡ah!, si lo dice la virgen no hay duda posible y la garantía de certeza es
total. Ahora, a ver cuál es el católico que lo contradice.
Concluye el romano pontífice diciendo
que “espero
que este pequeño libro (pequeño, dice, y ya va por el tercer volumen) pese
a sus límites pueda ayudar a muchas personas”. O quiso decir: “Espero
que estas historietas, fruto de mi
interpretación desde la óptica de la fe, siga poniendo límites a la
capacidad de pensar de muchas personas”
¿A ti qué te parece?
6 comentarios:
El ejemplo de familia que nos pone la Iglesia: Una adúltera, la Virgen, pues adulterio cometió, aunque fuera con el mismo Dios; un cornudo, pues cornudo fue San José aunque fuera por causa del mismísimo Dios, y un hijo, uno sólo, y para colmo bastardo. En dos mil años de historia, todavía no se han dado cuenta.
Así es, Molón.
Seguro que recuerdas, cuando de niños en pleno nacional-catolicismo, se nos decía que las familias cristianas deberían ser ejemplo de normalidad y sencillez, a imitación de la "sagrada familia".
¿Normalidad y sencillez? Imagínate, que al cura de turno, semiarrobado, después de semejante diatriba de elogio a tan "ejemplar" familia, se le hubiera podido decir: La virgen, además de adúltera fue fecundada en un acto sexual de zoofilia por un palomo, siguió siendo virgen antes, durante y después del parto, el padre, no lo era, sino un cornudo consentido que además se pasó toda la vida sin mojar, ni el propio, ni los ajenos, el hijo bastardo era dios y a la vez padre de sí mismo, ya que según el dogma cristiano el padre, el hijo y el palomo son una sola cosa, siendo así que el mismo dios se autoinmola treintaitantos años más tarde porque no se le ocurre otra cosa para acabar con esas abstracciones conceptuales que le molestan y que llama pecados, resucita unos días después, dice que volvería antes de que su generación se agotase y se va al cielo montado en una nube... ¿A ver, padre, todo eso es normal y sencillo?
ornyt [url=http://www.drdrebeatscheapsales.com]cheap beats by dre[/url] sdvuvb http://www.drdrebeatscheapsales.com zyhz [url=http://www.drebeatsstudioheadphones.com]cheap beats by dre[/url] pgvbbh http://www.drebeatsstudioheadphones.com nkxv [url=http://www.beatsdreheadphonesonsale.com]cheap beats by dre[/url] bfqjth http://www.beatsdreheadphonesonsale.com oljre [url=http://www.dreheadphonesonsales.com]monster beats[/url] dlclmz http://www.dreheadphonesonsales.com uhoou [url=http://www.drdrebeatssales.com]monster beats[/url] mkvum http://www.drdrebeatssales.com wcpka [url=http://www.beatsheadphonesbydrdre.com]beats by dre[/url] egbax [url=http://www.focsa.org.au/myreview/beatsbydre.phtml]beats by dre sale[/url] enuna http://www.focsa.org.au/myreview/beatsbydre.phtml hsw
Sois lo peor de lo peor. Las mismas chorradas del 36. El mismo estilo del Jueves. De dónde habéis salido? de la embajada británica?. Me esperaba otra cosa. Dais asco.
Naciste tarde, Juan.
Debiste nacer alemán, llegar a tu juventud en pleno nazismo, enrolarte en las SS, despacharte a gusto en Auschmitz y sacar el vientre de penas al lado de tu admirado Otto Skorzeny.
Eso si, para ser justos de toda justicia, tu final deberia haber sido Nuremberg.
These stories are truly incredible. Thank you for this information. UNISOC T7520
Publicar un comentario